
Los invertebrados marinos incluyen una gran variedad de especies esenciales para los ecosistemas acuáticos, como medusas, pulpos, cangrejos y estrellas de mar. Su diversidad y adaptaciones únicas les permiten prosperar en hábitats marinos de todo tipo, desde arrecifes de coral hasta las profundidades del océano.
Entre los animales invertebrados marinos más comunes destacan los moluscos como los calamares, los equinodermos como los erizos de mar, y los crustáceos como las gambas y langostas. Estos invertebrados acuáticos no solo son fundamentales para la cadena alimenticia, sino que también ayudan a mantener el equilibrio ecológico en mares y océanos.